La vida nos coloca en situaciones a veces difíciles de controlar, casi al borde del precipicio, un conflicto entre lo exterior y lo interno, el combate cuerpo a cuerpo entre dos elementos distintos, pero a la vez se complementan entre ambos, cuerpo y alma,
el primero protege y domina, el segundo, intenta apaciguar la vulnerabilidad del cuerpo, sacar a la luz lo mejor de ambos.
Tomar conciencia de estas dos fuerzas, es el primer paso para dejar de negar su existencia y aceptar que el uno convive con el otro,
Necesitamos un grado de humildad para elevarnos por encima del ego y admitir la misión de nuestra alma para empezar aprender como funciona.
Cuerpo y alma conviven juntos desde el momento de la concepción, acompañándonos hasta el fin de nuestros dias, donde se separa del cuerpo físico para unirse de nuevo con el cuerpo espiritual.
Durante nuestra trayectoria, advertimos que tenemos libre alvedrio para escuchar o ignorar su presencia, cuando la ignoramos, nos embarcamos en la realidad material, apartandonos del verdadero camino, lo que en algunos momentos nos conduce a la insatisfacción, a pelear con gigantes por lograr reconocimiento, alimentar mas el ego, en cambio cuando percibimos y sentimos su latir, comprendemos que el alma nos conduce hacia una vida plena y de sentido, familiarizandonos con nuestro verdadero hogar y sabiduría, un lugar donde el cuerpo descansa y desde donde puede alcanzar todo lo que necesita sin la necesidad de luchar.
Cuando damos el sentido real que el alma tiene, la generosidad y la abundancia emerge con la misma intensidad.
Olvidemosno de los los conflictos internos entre nosotros mismos, hagamos las paces con la batalla para comprender el propósito del cuerpo y alma, la materia y el espíritu en armonia para asi comprender la asimetria de ambas y poder caminar juntos.
el primero protege y domina, el segundo, intenta apaciguar la vulnerabilidad del cuerpo, sacar a la luz lo mejor de ambos.
Tomar conciencia de estas dos fuerzas, es el primer paso para dejar de negar su existencia y aceptar que el uno convive con el otro,
Necesitamos un grado de humildad para elevarnos por encima del ego y admitir la misión de nuestra alma para empezar aprender como funciona.
Cuerpo y alma conviven juntos desde el momento de la concepción, acompañándonos hasta el fin de nuestros dias, donde se separa del cuerpo físico para unirse de nuevo con el cuerpo espiritual.
Durante nuestra trayectoria, advertimos que tenemos libre alvedrio para escuchar o ignorar su presencia, cuando la ignoramos, nos embarcamos en la realidad material, apartandonos del verdadero camino, lo que en algunos momentos nos conduce a la insatisfacción, a pelear con gigantes por lograr reconocimiento, alimentar mas el ego, en cambio cuando percibimos y sentimos su latir, comprendemos que el alma nos conduce hacia una vida plena y de sentido, familiarizandonos con nuestro verdadero hogar y sabiduría, un lugar donde el cuerpo descansa y desde donde puede alcanzar todo lo que necesita sin la necesidad de luchar.
Cuando damos el sentido real que el alma tiene, la generosidad y la abundancia emerge con la misma intensidad.
Olvidemosno de los los conflictos internos entre nosotros mismos, hagamos las paces con la batalla para comprender el propósito del cuerpo y alma, la materia y el espíritu en armonia para asi comprender la asimetria de ambas y poder caminar juntos.
